Los editores visuales disponen de opciones para cambiar aspectos de la presentación en los contenidos, pero para ello, en muchas ocasiones, generan código incorrecto que dificulta el mantenimiento del sitio y su accesibilidad, por lo que debes evitar en la medida de lo posible el uso de estas funcionalidades del editor. Así, resulta muy frecuente la inclusión de elementos desaconsejados al aplicar estilos a fragmentos de texto como, por ejemplo, el subrayado o el tachado.
En la siguiente imagen puedes ver un ejemplo de dos botones para la inclusión de estos estilos:
El uso del subrayado y del tachado se debe evitar para no generar confusión a los usuarios que busquen enlaces en una página web.
Otro caso, dentro de la edición de contenidos, es la introducción de saltos de línea con el propósito de crear separaciones visuales en el contenido. Un error habitual de los gestores de contenido, en relación a esta práctica, es la generación automática de párrafos vacíos para conseguir tal efecto y, por lo tanto, debe evitarse.
También es frecuente que algunos gestores de contenidos permitan modificar efectos de presentación del texto como el tipo de fuente y su tamaño, el color del texto, diferentes espaciados, tabulaciones, etc. Todas estas herramientas no deben utilizarse puesto que introducen elementos de presentación en lugar de utilizar hojas de estilo o de usar los elementos estructurales adecuados, por lo que eliminarían la separación entre el contenido (la información recogida en la página web) y la presentación (como se presenta visualmente la información) y dificultaría, por un lado, el mantenimiento de la página; y por el otro, distinguir o percibir los diferentes elementos, como encabezados, enlaces,... a los usuarios.
Algunos de los aspectos previamente comentados pueden ser ocasionados por el pegado de textos desde fuentes externas, tales como procesadores de textos comerciales o navegadores Web. Actualmente, existen gestores de contenido que ofrecen herramientas para pegar texto desde fuentes externas, realizando una transformación en párrafos adecuada, tanto a nivel visual como a nivel de código.
Si el gestor de contenidos no dispone de una opción para pegar texto de una fuente externa (realizando una transformación, limpieza y corrección del código) entonces, nunca deberás pegar directamente sobre el área de edición, ya que posiblemente estarías incorporando al contenido todos los problemas que pueda tener el código o contenido original. En caso de que sea necesario copiar de una fuente externa y no exista una opción especial para ello, deberás pegar previamente el contenido sobre un editor de texto plano (por ejemplo, el “Bloc de notas”), para eliminar cualquier posible formato previo y dejar únicamente el contenido textual. A partir de ahí ya podrás copiar y pegar dicho texto sobre el área de edición del gestor de contenidos y comenzar a aplicarle la estructura necesaria (encabezados, listas,…).
No obstante, a la hora de crear el contenido siempre es aconsejable editarlo directamente desde el propio gestor utilizando las opciones de marcado disponibles. De este modo, sea cual sea el gestor de contenidos que emplees, se evitarán posibles problemas de marcado que pudieran repercutir negativamente en la accesibilidad del sitio.
Por otra parte, un estilo de presentación similar (mismas fuentes, colores, etc.) en todas las páginas facilitará la identificación de los diferentes contenidos (encabezados, enlaces, etc.) y por tanto la accesibilidad y usabilidad del sitio Web. Este es otro de los motivos por los que no debes emplear estilos personalizados en el contenido. Hay que dejar que se apliquen los estilos por defecto definidos para el sitio web, asegurando así la homogeneidad en todos los contenidos. Esto es especialmente importante en relación a los enlaces ya que, si en algún contenido cambias su presentación respecto a la del resto del sitio web, los usuarios podrían no reconocerlos, dificultándoles la navegación.